No mirar atrás. Es muy fácil decirlo, pero ¿y hacerlo? Es muy difícil. Es lo que intento todos los días, pero es algo que no puedo conseguir. Todos los segundos, minutos y horas recuerdo ese primer beso, ese abrazo del primer día, esas sonrisas que dibujaban tus labios y esas carcajadas que sonaban en tus cuerdas vocales. No, parece algo Imposible, pero sólo lo parece, porque sé que algún día podré mirar atrás y solo sentir que fueron los mejores días, que valieron la pena. No quiero borrar esos recuerdos, porque algún día podré mirarlos sin que duela, sin que me ahoguen.
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